Corro, corro calle arriba, ya no siento nada, ninguna presión en el pecho al fin estoy liberada de todo, ya no tengo porque preocuparme de nada, soy libre. La respiración se me entrecorta y el corazón va acelerado, pero no paro en ningún momento, necesito descargarme, todo lo que sentía ya no esta. Paro cuando subo al fin la cuesta, miro hacia arriba y grito todo lo que puedo para que me oigan en el mundo entero.
-¡Soy libre!
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