viernes, 16 de mayo de 2014
La gente feliz
Dicen que la gente feliz lee y toma café y ahora me pregunto dónde habrán quedado las horas muertas ante un libro que parecía hablarme y me permitía soñar; dónde están las horas tomando café en cualquier lugar, instantes en los que la risa afloraba sola, porque en estos momentos me encuentro ante un libro que grita, en el que solo sé leer temor e incertidumbre y estoy bebiendo un café helado, pero nadie enfrente para suavizar la velada. Estoy rodeada de un mar tormentoso, esperando el salvavidas adecuado o simplemente, ser invencible para saber nadar en esta tempestad y por fin llegar a tierra firme.
miércoles, 14 de mayo de 2014
Una historia interminable.
Se miraron con complicidad y se sonrieron como si pudieran leerse el pensamiento mutuamente. Los años habían pasado, pero no les pesaba sobre los hombros, habían estado tanto tiempo juntas que parecían comprenderse a la perfección, habían llegado al punto en el que solo una mirada bastaba para saber lo que le sucedía a la otra. Ellas que habían estado juntas desde la niñez, se mantenían en la vejez unidas como el primer día, ahora eran hermanas, no de sangre, pero si de corazón.
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